Nuestra universidad despide a Rafael Macherone

Hoy la Universidad Adolfo Ibáñez lamenta la partida de Rafael Macherone quien ha sido parte de la historia de la institución por más de cuarenta años liderando y asumiendo un rol protagónico en el proyecto educativo de la Universidad.

“Su dedicación, compromiso y excelencia quedó plasmado en diversas instancias de la UAI” destaca el rector UAI Harald Beyer tras el fallecimiento de Rafael Macherone (1955-2023 ), quien hasta diciembre pasado se desempeñó como vicerrector de Postgrados UAI y sostiene que “sus investigaciones iniciales en macroeconomía aplicada, y el análisis del impacto de los shocks macroeconómicos en el entorno de los negocios, eran muy demandados por los altos cargos de empresas privadas y públicas y sus Informes de Coyuntura, publicados desde el Instituto de Economía Política —del cual fue subdirector— eran ampliamente comentados y citados” .

Rafael participó en la creación de los primeros programas de postgrado ofrecidos en un comienzo por la Escuela de Negocios y en la dirección del Executive MBA. El año 2001 fue nombrado Vicerrector Académico de la Universidad, posición que mantuvo por poco más de trece años para asumir en el año 2014 una nueva responsabilidad como Vicerrector de Planificación y Desarrollo, hasta que en el año 2017 surgió una nueva tarea con la creación de una Vicerrectoría de Postgrados, con capacidad para impulsar su desarrollo y comercialización.

Hoy, toda la universidad lo despide y sus cercanos recuerdan su legado con reconocimiento y afecto:

–Harald Beyer, rector UAI: “Encontré en él un consejero sabio cuyo único norte era contribuir a lograr una mejor Universidad. Su larga trayectoria en la UAI no solo lo hacía un guardián severo de su tradición, sino que le daba una sólida visión de sus debilidades y sus fortalezas. Asimismo, podía mirar su futuro con una perspectiva encomiable. Además de ser un excelente profesional comprometido con la UAI, Rafael fue una persona de gran calidad humana, que su carácter algo introvertido no siempre permitió apreciar en plenitud. La Universidad lo extrañará y debo confesar que yo aún más”.

-Soledad Arellano, vicerrectora Académica: “Rafael es parte de la historia de la UAI en un rol protagónico. Lideró proyectos transformacionales en áreas diversas, tanto en la parte académica en pregrado y postgrado, pero también en gestión. Su forma de trabajar, era silenciosa y rigurosa, y su compromiso con la UAI, total y hasta el final. Destaco también su particular sentido del humor. Su partida es una gran pena para todos quienes lo conocimos”.

–Claudio Osorio, vicerrector Campus Viña del Mar:  “Las personas pasan y las instituciones quedan. Pero lo que hace posible que estas últimas perduren en el tiempo son justamente las personas y sus contribuciones. La UAI está llamada a perdurar por siempre, gracias al legado y enseñanzas que personas como Rafael han traspasado en el tiempo. La gratitud es la forma más genuina de una verdadera amistad y es por eso que solo tengo palabras de agradecimiento para Rafael”.

-Cristina Larraín, asistente de Rectoría: “Don Rafael fue una persona que se ganó el cariño, respeto y admiración de toda la UAI, sin duda, fue un privilegio haber trabajado tantos años con él, estaré eternamente agradecida por su orientación y apoyo a lo largo de estos años”.

–Francisco José Covarrubias, decano de la Facultad de Artes Liberales: “Desde que lo conocí en 2010, pude ver en Rafael un trabajo silencioso pero sólido. Respetuoso pero firme. Preocupado de lo importante más que en los detalles. Conformó, además, una dupla muy complementaria con el ex rector Andres Benítez, siendo artífices de un crecimiento muy sustantivo, que permitió a la UAI pasar de ser “una casa en un cerro en Viña” a lo que es hoy la universidad. Con una sorprendente propensión al cambio, nunca Rafael buscó el statu quo, sino que le apasionaba inventar cosas y cambiar las que ya existían. Pero siempre desde la modestia y el segundo plano. Particularmente para la facultad de Artes Liberales fue un aliado permanente, soñando igual que nosotros cómo podíamos aportar desde las artes liberales a la educación de todos los estudiantes, apoyándonos en todas nuestras iniciativas, incentivándonos en todas nuestras ideas. Es un lugar común decir que las personas pasan y las instituciones quedan. En parte es cierto, pero en parte es injusto, porque hay personas que contribuyen de una manera absolutamente excepcional. Y Rafael, sin duda, es uno de ellos”.

-Jorge Villalón, director de Transformación Digital: “Rafael nos mostró que la UAI la hace su comunidad, y que todos nos debíamos a ella. Él nos enseñó a ser mejores profesores con su ejemplo. Con una infinita generosidad, compartía su saber y experiencia, a veces usaba frases duras, pero ciertas, que siempre nos hacían crecer. Siempre exigía más, primero de si mismo, y luego de quienes lo seguíamos, con el único norte de hacer de la UAI un lugar donde su comunidad pudiera crecer y desarrollarse plenamente”.

Fuente: UAI