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8 Septiembre 2022 | |
Escrito por Virginia Correa | |
Noticias UAI |
Hace tres años, cada lunes, el académico de la Escuela de Psicología, Claudio Araya, dirige una práctica abierta que traspasa fronteras, con más de 50 conectados de diferentes partes del mundo.
En marzo del 2019, Claudio Araya, director del Diplomado en Mindfulness Relacional y Prácticas de Bienestar comenzó a ofrecer un espacio abierto de práctica de mindfulness en comunidad. En sus inicios se realizaba los lunes a las 13:00 hrs, una pausa al medio de las actividades agitadas del día, en CEAP ubicado en sede Errázuriz. Hoy, la iniciativa se trasladó a las pantallas y se realiza cada lunes a las 9 de la mañana vía zoom, para comenzar el día.
“Somos 3 personas que en equipo sostenemos el espacio, lo acompañamos junto a Verónica Riera y Carla Garcia”, cuenta el académico, quien recuerda que el espacio “nació de la necesidad de poder ofrecer un espacio de quietud en comunidad, un espacio que fuera abierto, gratuito y constante, donde las personas que lo quisieran pudieran simplemente asistir y participar. Que fuera un espacio de pausa, al medio de un día agitado”, indica.
¿En qué consiste?
Es un espacio donde se realiza una práctica de mindfulness en silencio, durante 30 minutos, posteriormente abrimos un espacio para compartir y dialogar sobre nuestras experiencias y reflexiones sobre la práctica, “ambos espacios son muy significativos, se potencian uno al otro. Hoy, en el compartir, participan personas de diferentes partes de Latinoamérica y España”, agrega Claudio.
A meses del inicio de la actividad, ocurrió el estallido social, y posteriormente, la pandemia, por lo que adaptarse a la virtualidad, fue inminente: “igual que muchos otros espacios, pasamos a reunirnos vía Zoom, lo cual terminó siendo una maravillosa oportunidad para que personas que no podían asistir presencialmente lo pudieran hacer”, cuenta Claudio, quien revela que actualmente asisten personas de regiones que no podían sumarse anteriormente, así como de otros países como Argentina, Uruguay, Perú, Bolivia y España. “Hacer la práctica vía Zoom hizo también que no tuviéramos dificultades de espacio, como si lo teníamos cuando practicábamos de manera presencial”, indica.
Durante el periodo más difícil de la pandemia, cuando comenzó el confinamiento, este espacio se mantuvo, e incluso se unieron a prácticas online de Latinoamérica y España, “fue muy valioso poder reunirnos durante todos los días, todas las mañanas a practicar. Fue un tiempo donde nos sostuvimos unos a otros, junto a amigas y amigos de distintas partes del mundo”, comenta el académico.
Hoy, asisten habitualmente entre 45 y 55 personas, “para muchas personas es un espacio de serenidad, desde el cual comenzamos la semana. Es un modo de darle sentido y cultivar una intención apreciativa a lo que será el día y la semana que está partiendo”, cuenta Claudio, y agrega que “todos quienes participamos terminamos la práctica con un sentido de gratitud de darnos este espacio y compartirlo con otras personas. Nos sentimos parte de una comunidad”.
Los hábitos y los micro-hábitos que tenemos hacen una gran diferencia en nuestras vidas. Más que la intensidad de una práctica, poder cultivar un hábito cotidianamente, y este espacio lo promueve, “durante años, incorporar de manera activa la práctica de cultivar la presencia amable nos ayuda a mantenernos serenos y conectados, especialmente ante momentos de dificultad”, durante este espacio de práctica se cultiva el ser comunidad de manera concreta y como una acción conjunta.
La invitación es amplia, no se requiere ninguna preparación previa, solo conectar cada día lunes unos minutos antes del inicio, a las 9.00 am. A este link: conéctate AQUÍ.
Fuente: UAI.